
Muchas personas mayores aceptan las vacunas con entusiasmo. La investigación les da la razón
Kim Beckham, agente de seguros en Victoria, Texas, había visto a sus amigos sufrir tanto por la culebrilla (shingles) que quería recibir la primera vacuna aprobada contra esta infección tan pronto como estuviera disponible, incluso si tenía que pagarla de su bolsillo. Su médico y varias farmacias le dijeron que no podían administrarle la vacuna…