Más de tres cuartas partes de los adultos en Estados Unidos no se vacunaron contra covid la temporada pasada y expertos en salud advierten que esa cifra podría aumentar este año debido a las nuevas recomendaciones del gobierno federal.
Al principio, la vacuna contra covid fue popular. En los primeros meses de 2022, alrededor del 75% de los estadounidenses había recibido al menos una dosis de las primeras versiones de la vacuna, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Durante la temporada 2024-2025, en cambio, solo cerca del 23% de los adultos se vacunó contra covid, muy por debajo del 47% que recibió la vacuna contra la gripe.
Las tasas de vacunación contra la gripe, el sarampión y el tétanos también están bajando.
Sin embargo, el covid sigue siendo un riesgo grave y potencialmente mortal. El año pasado fue la causa principal de muerte registrada en aproximadamente 31.400 certificados de defunción. En comparación, la gripe causó alrededor de 6.500 muertes y la neumonía —una complicación común de la gripe— provocó otras 41.600, según los CDC.
Mientras millones de personas deciden si vacunarse o no esta temporada, investigadores de salud pública temen que las tasas de vacunación caigan aún más, especialmente entre latinos, afroamericanos y personas menores de 30 años, quienes tienen tasas más bajas de inmunización y corren más riesgo de sufrir complicaciones como el covid de largo plazo.
Bajo la administración Trump y con el secretario de Salud y Servicios Humanos Robert F. Kennedy Jr., el gobierno federal restringió sus recomendaciones sobre la vacuna contra el covid, lo que ha generado un mosaico de reglas para el acceso a vacunas en farmacias. En los estados gobernados por republicanos, muchas veces existen más barreras para recibir una dosis.
“Hay mucha desinformación circulando sobre el covid”, dijo Alein Haro-Ramos, profesora asistente de salud, sociedad y comportamiento en la University of California-Irvine. “La desconfianza hacia la vacuna va a aumentar”.
En agosto, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) limitó la aprobación de las vacunas contra covid a personas de 65 años o más y a adultos y niños con al menos una condición médica subyacente que los ponga en alto riesgo de sufrir complicaciones graves.
Un mes después, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización de los CDC votó por recomendar una “decisión clínica compartida”, dando marcha atrás respecto de la indicación general de vacunar a todos los adultos. El comité aconsejó a los médicos que explicaran a los adultos menores de 65 años y a los niños que los beneficios de la vacuna son mayores para las personas con afecciones médicas preexistentes.
Esta orientación ha sido rechazada por expertos en enfermedades infecciosas, quienes sostienen que la mayoría de los adultos y niños debería recibir tanto la vacuna contra la gripe como la del covid, ya que ambas son seguras, efectivas y previenen enfermedades graves.
Varias organizaciones médicas independientes, como la American Academy of Family Physicians y la American Academy of Pediatrics, han reiterado su apoyo a una adopción amplia de la vacuna contra el covid.
Más de una veintena de estados han tomado medidas para garantizar que la mayoría de las personas pueda vacunarse contra el covid en farmacias sin necesidad de receta médica, y muchos de ellos basan sus políticas en las recomendaciones de organizaciones científicas.
Además, en muchos de estos estados las aseguradoras están obligadas a cubrir las vacunas sin costo, según un análisis de KFF. En otros estados, en su mayoría gobernados por republicanos, las farmacias podrían requerir receta para aplicar la vacuna.
Entre las razones más comunes para rechazar la vacuna contra el covid están el miedo a los efectos secundarios, preocupaciones sobre consecuencias a largo plazo, dudas sobre su eficacia y desconfianza hacia las farmacéuticas y las autoridades, según una revisión de múltiples estudios publicada en 2024 en la revista Vaccines.
Los datos de los CDC muestran que la desconfianza hacia la vacuna contra el covid durante la temporada 2024-2025 fue mayor entre latinos, afroamericanos, hombres, personas sin seguro médico y personas que viven en estados de tendencia republicana.
Los adultos latinos mostraron una disposición significativamente menor a vacunarse que la mayoría de los otros grupos raciales y étnicos: la tasa de vacunación rondó el 15%.
En parte, esta situación podría deberse a la edad: una gran proporción de la población latina es joven. Pero las políticas públicas también podrían influir. Por ejemplo, el primer gobierno de Trump vinculó Medicaid a la regla de “carga pública”, una norma que permitía negar la residencia o una visa a inmigrantes que dependieran de programas financiados con fondos públicos. Algunos latinos podrían seguir temiendo inscribirse en servicios sociales, incluso después de que la administración Biden revocó esa norma.
Haro-Ramos fue coautora de un estudio, publicado en 2024, que encontró que muchos latinos dudaban en vacunarse por miedo a que eso afectara su situación migratoria, y que haber sufrido discriminación en el sistema de salud —como negación o retrasos en la atención— aumentaba esa desconfianza.
“¿Confías en el sistema de salud en general? ¿Quieres dar tu información: tu nombre, tu dirección?”, preguntó Haro-Ramos. “La confianza es clave”.
Según Haro-Ramos, el problema probablemente ha empeorado desde que se publicó su estudio. Este verano, la administración Trump reveló que entregaría a Immigration and Customs Enforcement (ICE) los datos personales de las personas inscritas en Medicaid. Muchos latinos están cancelando citas médicas para evitar posibles encuentros con agentes migratorios.
“La gente está evitando salir de sus casas a toda costa”, afirmó.
Janani Rajbhandari-Thapa, profesora asociada en la University of Georgia, College of Public Health, fue coautora recientemente de un estudio sobre la vacunación contra el covid entre casi 1.500 afroamericanos, que viven en el sur de Georgia. El estudio determinó que, al buscar recomendaciones sobre si vacunarse, los participantes tendían a prestar más atención a sus proveedores de salud que a líderes religiosos o compañeros de trabajo.
Más del 90% de los participantes había recibido al menos una dosis de la vacuna, pero quienes no se habían vacunado eran más propensos a creer en afirmaciones falsas, como que la vacuna causa abortos espontáneos, que permanece mucho tiempo en el cuerpo o incluso que contiene un microchip.
“Son los médicos quienes pueden explicar que esas ideas sobre la vacuna son mitos”, afirmó Rajbhandari-Thapa.
Aunque las tasas de hospitalización y muerte por covid han bajado considerablemente desde los peores momentos de la pandemia, las complicaciones fatales siguen siendo más comunes entre personas mayores. El año pasado, aproximadamente el 89% de las muertes por covid en EE.UU. fueron entre personas de 65 años o más, en comparación con el 81% de las muertes por gripe y neumonía.
A medida que la pandemia queda atrás, muchos jóvenes han desarrollado una sensación de invulnerabilidad. Solo el 11% de los estadounidenses entre 18 y 29 años se vacunó durante el período 2024-2025, la tasa más baja entre los grupos de edad adulta. Eso contrasta con el 70% de adultos jóvenes que habían recibido al menos una dosis de la vacuna inicial contra el covid hacia noviembre de 2023.
Aunque muchas personas se contagian de covid incluso después de vacunarse, porque la protección contra la infección disminuye rápidamente, algunas malinterpretan el objetivo de la vacuna, explicó Otto Yang, especialista en enfermedades infecciosas de UCLA Health.
“Piensan: ‘Bueno, me dio covid a pesar de la vacuna, así que no funcionó’”, dijo Yang. “Y lo que no ven es que la vacuna evitó que se enfermaran de gravedad, que es lo más importante”.
Yang agregó que la vacuna también puede ayudar a prevenir el covid prolongado, un problema que puede afectar a personas de cualquier edad. Un estudio reciente de la Northwestern University halló que los adultos jóvenes sufren síntomas más intensos de covid prolongado que los adultos mayores.
En última instancia, dijo Yang, no tiene sentido aplicarse la vacuna contra la gripe y no la del covid, ya que ambas son seguras, efectivas y previenen enfermedades graves. Está claro, añadió, que las personas con sistemas inmunológicos comprometidos y aquellas en mayor riesgo deberían vacunarse contra el covid. La decisión “es un poco menos clara” para los demás, “pero probablemente la mayoría de los adultos debería vacunarse, al igual que se recomienda con la vacuna contra la gripe, así como para la mayoría de los niños”.
Phillip Reese es especialista en periodismo de datos y profesor asociado de periodismo en la Universidad Estatal de California en Sacramento.
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