Cuando hay un brote de una enfermedad prevenible con vacunas, los funcionarios estatales de salud pública habitualmente toman ciertas medidas para alertar a los residentes y difundir actualizaciones sobre la amenaza creciente.
Esa es la práctica estándar, según expertos en salud pública y enfermedades infecciosas consultados por KFF Health News y NPR. El objetivo es evitar que más personas vulnerables se enfermen y recordar al público los beneficios de la vacunación.
Pero este año en Louisiana, no siguieron ese protocolo durante el peor brote de tos ferina en 35 años.
La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad muy contagiosa y prevenible con vacunación que resulta especialmente peligrosa para los bebés más pequeños. Puede causar vómito y dificultad para respirar, y en casos graves puede derivar en neumonía, convulsiones e incluso, aunque rara vez, la muerte.
Madison Flake, residente de pediatría en Baton Rouge, atendió a un bebé que fue hospitalizado durante el brote. El niño, de menos de dos meses, estuvo en cuidados intensivos.
“Tenía episodios de tos muy intensos”, dijo Flake. “Dejaba de respirar durante varios segundos, casi hasta un minuto”.
Los bebés no son elegibles para recibir su primera dosis de la vacuna contra la tos ferina hasta los 2 meses, pero pueden desarrollar inmunidad si la madre se vacuna durante el embarazo.
A finales de enero, dos bebés habían fallecido en ese estado.
Sin embargo, el Departamento de Salud de Louisiana tardó dos meses en publicar un mensaje en redes sociales sugiriendo a la población hablar con sus doctores sobre la vacunación.
La agencia demoró aún más en emitir una alerta sanitaria estatal dirigida a médicos, enviar un comunicado o realizar una conferencia de prensa.
Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Americana de Salud Pública (APHA), dijo que ese retraso no es común.
“Particularmente con enfermedades infantiles, solemos actuar de inmediato”, dijo Benjamin, médico que ha dirigido departamentos de salud en Maryland y Washington, D.C. “Son enfermedades y muertes prevenibles”.
Debido a que las enfermedades infecciosas se propagan de manera exponencial, si las autoridades no alertan al público rápidamente, pierden una ventana de oportunidad clave para evitar más contagios, explicó Abraar Karan, profesor en la Universidad de Stanford que ha trabajado en brotes de covid y mpox.
“El tiempo es, quizás, una de las monedas más importantes que se tiene”, agregó.
Prohibida la promoción general de vacunas
Como la inmunidad que ofrece la vacuna contra la tos ferina baja con el tiempo, los casos pueden aumentar o disminuir cíclicamente. Pero en septiembre de 2024, los funcionarios de salud de Louisiana comenzaron a ver un aumento “considerable” de casos, como parte de una tendencia nacional.
A fines de enero, médicos de un hospital del estado advirtieron a sus colegas que dos bebés habían muerto durante el brote.
El 13 de febrero, el director general de salud del estado, Ralph Abraham, envió un memo a su personal poniendo fin a la promoción general de las vacunas y a los eventos comunitarios de vacunación.
Ese mismo día, pocas horas después de que Robert F. Kennedy Jr., un activista antivacunas, fuera confirmado por el Senado como nuevo secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS), Abraham publicó otro memo en el sitio web del departamento de salud estatal.
En el documento, afirmaba que la salud pública se había excedido con sus recomendaciones de vacunación, impulsadas por una “mentalidad colectivista de talla única”. Abraham ha calificado las vacunas contra covid como “peligrosas” y ha sido un defensor público de Kennedy.
Cuatro días después, en respuesta a una solicitud del canal WVUE Fox 8 News de Nueva Orleans, el Departamento de Salud de Louisiana confirmó por primera vez por correo electrónico la muerte de dos bebés por tos ferina. WVUE publicó la noticia el 20 de febrero.
Pero el departamento no emitió ninguna alerta, según una revisión de comunicaciones internas y externas hecha por NPR y KFF Health News.
Durante el mes siguiente, otros dos bebés fueron hospitalizados por tos ferina, de acuerdo con correos electrónicos internos obtenidos mediante una solicitud de acceso público a la información.
En marzo, luego de consultas de NPR y KFF Health News sobre el aumento de los casos de pertussis, el departamento publicó sus primeros mensajes en redes sociales sobre el brote y ofreció entrevistas a otros medios de comunicación.
Luego, el 1 de mayo —al menos tres meses después de la segunda muerte infantil— el departamento emitió lo que parece ser su primera y hasta ahora única alerta oficial dirigida a médicos. Al día siguiente publicó su primer comunicado de prensa y luego realizó una conferencia de prensa sobre la enfermedad, el 14 de mayo.
Para ese entonces, 42 personas habían sido hospitalizadas por tos ferina desde que comenzó el brote. Según el departamento, tres de cada cuatro no estaban al día con sus vacunas contra la enfermedad.
Más de dos tercios de los hospitalizados fueron bebés menores de un año.
Durante el verano, los casos de pertussis siguieron aumentando en el estado. Pero el departamento de salud estatal no volvió a publicar información al respecto.
NPR y KFF Health News contactaron al departamento para solicitar comentarios el 25 de septiembre. La vocera Emma Herrock no respondió preguntas específicas sobre la falta de comunicación, pero remitió a una publicación del 30 de septiembre en X del director general de salud estatal.
En la publicación, Abraham dijo que el departamento “reportó consistentemente los casos de pertussis y proporcionó orientación para ayudar a los residentes a mantenerse protegidos” en 2025. Aseguró que la vacuna contra la tos ferina es “una de las menos controversiales” y que la recomienda a sus pacientes.
La publicación en X incluyó una gráfica de casos de pertussis por año, pero omitió los datos de 2024 y 2025. También precisó el momento de las muertes infantiles: una a finales de 2024 y otra a principios de 2025.
Un “desastre anunciado” de casos
Louisiana debió haber comenzado a alertar al público pocos días después de la primera muerte infantil, en lugar de esperar meses, señaló Karan, de Stanford.
“Como mínimo”, dijo, “debió haber una promoción intensa del mensaje: ‘Los bebés están en alto riesgo. Se contagian de personas cuya inmunidad ha disminuido. Si no te has vacunado, vacúnate. Si tienes estos síntomas, hazte la prueba’”.
Las muertes por enfermedades prevenibles con vacunas son trágicas, pero también pueden servir como una oportunidad para educar al público sobre los beneficios de vacunarse y así salvar vidas, dijo Joshua Sharfstein, ex secretario de salud de Maryland y ahora profesor en la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
“El riesgo de pertussis siempre está presente, pero cuando hay dos muertes infantiles es una oportunidad para comunicar que se trata de una amenaza real para la salud infantil”, afirmó Sharfstein.
Karan dijo que al no actuar con rapidez, el Departamento de Salud de Louisiana podría haber propiciado un brote más grave.
“Lo que vemos después es un desastre, un brote descomunal, muchas hospitalizaciones”, dijo.
El brote continuó
Hasta el 20 de septiembre, la fecha más reciente con datos disponibles, Louisiana había registrado 387 casos de tos ferina en 2025, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Según los datos disponibles desde 1990, el número más alto de casos había sido 214, en 2013.
El departamento de salud debería responder de forma agresiva y constante, afirmó Joseph Bocchini, presidente del capítulo de Louisiana de la Academia Americana de Pediatría.
Las autoridades deben asegurarse de que “las personas estén informadas de forma regular y se les recuerde lo que deben hacer”, dijo. “Vacúnense. Si están embarazadas, vacúnense. Y si tienen una enfermedad con tos, consulten al doctor”.
Benjamin, de la Asociación Americana de Salud Pública, dijo que el objetivo permanente de la comunicación en salud pública es prevenir la próxima hospitalización o muerte.
“La conclusión es que no es demasiado tarde”, señaló. “Todavía se puede actuar de forma más agresiva y proactiva para enfrentar la tos ferina”.
Este artículo forma parte de una alianza que incluye a WWNO, NPR y KFF Health News.
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